El
potencial de Twitter en la enseñanza de lenguas es reivindicado
desde muchos autores. La lectura reciente de Twitter
en el aula de segundas lenguas: el desafío de una gramática digital
propia de Francisco José Herrera vuelve a convencerme, en el
campo de las lenguas, de la utilidad de una de mis herramientas
preferidas.
Algunas
de las razones de más peso esgrimidas en este artículo tienen que
ver con la creación de un espacio en el que aprendizaje y
comunicación se interconectan o el formato múltiple de los
productos que se comunican en condiciones, por las características
de Twitter, de gran densidad semiótica.
No
cabe duda, como se sostiene, de que a pesar de sus grandes ventajas,
la introducción en la práctica de esta herramienta exige un
esfuerzo previo de motivación en circunstancias a veces adversas por
desconocimiento, no uso cotidiano, etc. No es sino una versión en la
red de situaciones que podemos encontrar fuera de ella, el mayor o
menor compromiso como usuarios y usuarias de la lengua para ejercer,
como indica el Marco Cómun Europeo de Referencia de agentes
sociales y, en ese desempeño activo, mejorar nuestras competencias.
Una
mención final para el interesantísimo proyecto de chat en Twitter
en torno a diversos temas educativos XaTac5,
un espacio en el que participamos con gusto y que cumple con la doble orientación vista hacia el
aprendizaje (si bien, más que sobre lenguas) mediante la
colaboración y el intercambio y hacia la comunicación, en casos
como el mío también a través una segunda lengua, por no ser hablante nativo
de catalán, idioma de desarrollo del chat.
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