El propósito de animar a la lectura a nuestros alumnos y alumnas exige un trabajo fuera de las aulas desde casa en el que, como docentes, de forma solidaria con las familias, hemos de adoptar un papel de facilitadores de recursos y estrategias. No podemos pretender que, por arte de alguna extraña magia, al alumnado le surja el gusto por la lectura cada vez que entra por la puerta del centro escolar. Leemos para vivir (mejor) en todos los sentidos, en todos los ámbitos.
En este sentido, me ha llamado la atención la presentación en Prezi sobre animación a la lectura en casa, por proponerse desde situaciones reconocidas, con un importante potencial que muchas veces nos cuesta tener en cuenta.
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