Isabel Agüera nos envía por correo electrónico un artículo de periódico con esta anécdota que puede servirnos como reflexión ante la rutina de muchas de nuestras prácticas que juzgamos intrascendentes y las expectativas de nuestro alumnado que llegan a frustrar.
En una ocasión, una alumna de seis años, en toda regla, me reclamó: "Usted siempre elige a Lourdes para que ponga la fecha en la pizarra". "Porque es la más alta" -le contesté- "Yo también puedo llegar a lo más alto -respondió- si me subo en una silla". Y en aquel mismo instante hice el propósito de tener siempre a mano una silla, de forma que todos y cada uno de mis alumnos pudieran llegar a lo más alto. [...]
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=409480
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